La reunión entre los enviados de Donald Trump y Vladimir Putin ha abierto un nuevo frente diplomático. Rusia acusa a Europa de “bloquear la paz” en Ucrania y endurece su postura mientras Estados Unidos intenta forzar un acuerdo directo con el Kremlin.
Vladimir Putin recibió este martes en Moscú a los enviados de Donald Trump, Steve Witkoff y Jared Kushner, en un encuentro que ha sacudido el tablero político internacional. La delegación estadounidense presentó al Kremlin una nueva propuesta para frenar la guerra en Ucrania, pero la respuesta de Putin fue tan desafiante como calculada. “No buscamos una guerra con Europa, pero si Europa quiere pelear, estamos listos ahora mismo”, advirtió el presidente ruso horas antes de la reunión, en un mensaje dirigido a Bruselas y Berlín.
Putin acusó a los gobiernos europeos de “sabotar deliberadamente” el plan de paz diseñado entre Washington y Moscú, asegurando que “Europa no tiene agenda de paz, sino de guerra”. Al mismo tiempo, Rusia insistió en que cualquier acuerdo debe reconocer sus conquistas territoriales y negociarse exclusivamente con Estados Unidos, excluyendo a Ucrania y a los socios europeos.
La posición de Trump contrasta con la europea: mientras Washington busca un pacto rápido que estabilice el conflicto, varios gobiernos de la UE temen que un acuerdo basado en concesiones a Moscú legitime la agresión rusa.
El resultado de esta negociación marcará el futuro de la guerra y las relaciones entre Occidente y Rusia, en un momento de máxima tensión geopolítica.
