El ministro de Economía, Carlos Cuerpo, afirmó este martes en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros que “la macroeconomía y la microeconomía van unificándose”, en referencia a la mejora simultánea de los indicadores globales y del día a día de los ciudadanos. Cuerpo aseguró que los datos de empleo, consumo y actividad “empiezan a reflejar en los hogares la solidez que ya mostraba la economía española en los grandes agregados”.
Sus declaraciones se produjeron tras el anuncio del techo de gasto más alto de la historia, 212.026 millones de euros, aprobado por el Gobierno como base para los próximos Presupuestos Generales. El ministro defendió que este marco permitirá “proteger a las familias y sostener el ritmo de crecimiento” en un momento de incertidumbre internacional.
Cuerpo subrayó que la prioridad del Ejecutivo es que “la mejora macroeconómica siga trasladándose de forma palpable al bolsillo de la ciudadanía”.
CLAVES DEL TECHO MÁS ALTO DE LA HISTORIA
212.026 millones de euros
Es la cifra récord aprobada para los Presupuestos de 2026. Supone un aumento sustancial respecto al del año anterior y marca un nuevo nivel de expansión fiscal.
¿Por qué sube?
El Gobierno argumenta que la cifra responde a:
• La necesidad de sostener el gasto social.
• La financiación de transición energética y digital.
• El mantenimiento de inversiones estratégicas ante la desaceleración global.
Regla fiscal europea
El nuevo techo se aprueba en un contexto de retorno de las reglas fiscales europeas, lo que obligará a España a justificar ante Bruselas cómo mantiene equilibrio presupuestario mientras incrementa el gasto.
Impacto en los hogares
El Ejecutivo sostiene que la combinación de crecimiento económico y políticas redistributivas permitirá que la mejora “macro” llegue a la economía cotidiana, aunque los expertos advierten de riesgos de inflación y déficit estructural.
Lo que queda por definir
El techo es solo el marco:
• Falta conocer el borrador completo de los Presupuestos.
• Debe negociarse con aliados parlamentarios.
• Bruselas tendrá que validar las previsiones.