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Desmontado por una televisión japonesa: el falsificador detrás del cuadro retirado del Reina Sofía

El Museo Reina Sofía retiró de sus salas la obra Nature morte avec guitare, atribuida durante décadas al pintor cubista Henri Hayden, después de que una investigación de la televisión japonesa NHK General TV señalara que la pieza podría ser en realidad una falsificación realizada por el célebre impostor alemán Wolfgang Beltracchi.

A raíz de ese aviso, el museo abrió una revisión interna y retiró la obra de su exposición pública.

El falsificador más sofisticado de Europa

Wolfgang Beltracchi (1951) es considerado uno de los falsificadores de arte más brillantes del siglo XX y XXI. No copiaba cuadros existentes: creaba obras “nuevas” imitando estilos de artistas como Max Ernst, Fernand Léger, Heinrich Campendonk o André Derain, engañando a expertos, coleccionistas, casas de subastas y museos.

Técnica implacable
•   Usaba pigmentos antiguos, lienzos con “historia” y materiales de época.
•   Reproducía craquelados y envejecimiento natural con precisión.
•   Conocía profundamente los estilos, biografías y periodos de cada artista.
•   Inventaba procedencias (provenance) plausibles, como colecciones privadas supuestamente perdidas tras la guerra.

El mayor escándalo

En 2011 fue condenado en Alemania por introducir al mercado al menos 14 falsificaciones probadas, pero los expertos estiman que podrían circular más de 300 obras suyas aún no identificadas en museos y colecciones de Europa y Estados Unidos.

Ganancias millonarias

Sus falsificaciones llegaron a venderse por millones de euros a través de galerías prestigiosas y subastas internacionales. Durante años lideró un negocio familiar de falsificación en el que participaban su esposa y allegados.

Condena y posterior fama

Fue condenado a seis años de prisión, de los cuales cumplió parte bajo un régimen semiabierto.
Tras su liberación, Beltracchi se reinventó como artista contemporáneo, protagonizó documentales, exposiciones y conferencias y, paradójicamente, sus obras actuales —firmadas con su propio nombre— tienen un alto valor en el mercado.