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El CIS es independiente y siempre da en el clavo… según Tezanos

La oposición habla de “manipulación sistemática” y expertos denuncian desviaciones que ya son tendencia.

El presidente del CIS, José Félix Tezanos, vuelve al centro de la polémica tras publicar una nueva encuesta que, según sus críticos, confirma la desconexión entre el organismo y la realidad electoral. Mientras el Gobierno defiende la “seriedad metodológica” del centro, los partidos de la oposición ironizan diciendo que “el CIS de Tezanos siempre acierta… pero solo en favorecer al Ejecutivo”.

El último barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas ha reavivado el debate sobre la fiabilidad de los sondeos realizados bajo la dirección de José Félix Tezanos. La proyección, una vez más, otorga al PSOE una ventaja que no coincide con la mayoría de encuestas privadas ni con la percepción general del clima político. La oposición no ha tardado en reaccionar con sarcasmo: “Tezanos siempre da en el clavo… del Gobierno”, señalan fuentes del PP.

Desde hace más de cinco años, el CIS que dirige Tezanos acumula episodios de controversia: estimaciones electorales fallidas, correcciones en el último minuto, desviaciones sistemáticas a favor del PSOE y una metodología que expertos independientes tildan de “opaca” y “sobrerrepresentada en determinados segmentos”. Cada nuevo barómetro alimenta las sospechas de politización del organismo, pese a que el Gobierno insiste en su solvencia técnica.

Varios analistas recuerdan que, en múltiples comicios, las estimaciones del CIS bajo Tezanos se alejaron notablemente del resultado final, situándose en ocasiones hasta diez puntos por encima de la media del resto de institutos demoscópicos. Esta tendencia ha generado una pérdida de credibilidad que también afecta al conjunto de la institución, históricamente valorada por su capacidad de analizar tendencias sociopolíticas con rigor académico.

Tezanos, por su parte, se defiende afirmando que las críticas responden a “una campaña organizada” y sostiene que el organismo utiliza herramientas “más completas” que las encuestas privadas, basadas en muestras más amplias y modelos más complejos. Sin embargo, sus detractores replican que precisamente esos modelos “inflan sistemáticamente la expectativa socialista” y convierten los barómetros en “instrumentos de propaganda”.

El episodio más reciente confirma el choque frontal entre lectura política y lectura técnica. En círculos parlamentarios ya se habla de la necesidad de “despolitizar el CIS” y devolverle la autonomía y reputación que tuvo en otras etapas. De momento, la frase que circula en pasillos y tertulias es la misma:
“Tezanos siempre acierta… pero solo dentro del CIS.