La Mesa del Congreso de los Diputados ha acordado este lunes la suspensión inmediata de José Luis Ábalos como diputado mientras continúe en situación de prisión preventiva, dejándolo sin derecho a voto y sin actividad parlamentaria. La decisión altera de lleno las mayorías del hemiciclo y otorga un peso decisivo al escaño de Coalición Canaria, convertido ahora en voto bisagra.
La Mesa del Congreso ha acordado, siguiendo el artículo 21 del Reglamento, suspender de funciones al exministro José Luis Ábalos tras su ingreso en prisión preventiva por orden judicial. La suspensión implica la retirada de su participación en plenos y comisiones, así como la imposibilidad de delegar el voto.
Con el diputado socialista fuera del tablero, el Gobierno pierde un apoyo habitual en votaciones ajustadas, especialmente en un escenario parlamentario fragmentado donde la aritmética se decide por un escaño. Esta alteración deja al Ejecutivo con un margen mínimo y convierte en actor determinante a formaciones pequeñas cuyo voto puede inclinar el resultado final de cada iniciativa.
Entre ellas destaca Coalición Canaria, cuyo único diputado adquiere un valor estratégico extraordinario: sin Ábalos, la estabilidad de muchas votaciones dependerá de su apoyo o rechazo. En la práctica, cada pleno se convierte en una negociación milimétrica, y cada escaño cobra un peso político mayor en uno de los parlamentos más fragmentados de la democracia española.
