Comparte

Fundación Endesa y el Cabildo de Tenerife presentan los primeros resultados de los proyectos puestos en marcha para la conservación y protección del Parque Nacional del Teide

Investigación de cedros en el Parque Nacional del Teide, en Tenerife. / Gabriel Funes

Fundación Endesa y el Cabildo de Tenerife han presentado los primeros resultados de los dos proyectos de conservación complementarios que han puesto en marcha este año con el objetivo de contribuir a la conservación y protección de la flora endémica del Parque Nacional del Teide, y restaurar ecosistemas de alta montaña.

Estos proyectos, orientados a la restauración de los cedrales del Teide y la reintroducción en el Parque de especies emblemáticas como la violeta y el cardo de plata, representan un paso decisivo hacia una transición ecológica más humana y sostenible, alineada con la visión de Fundación Endesa de proteger y mejorar nuestro legado natural para las generaciones futuras.

El primer proyecto, desarrollado entre Fundación Endesa, el Cabildo de Tenerife y la Fundación Universidad de Valladolid, ha permitido realizar el inventariado y la caracterización de cedros milenarios localizados en zonas de difícil acceso y ha comenzado a dar sus primeros resultados. Gracias al trabajo conjunto de investigadores, técnicos e instituciones, se ha identificado una población excepcional de cedros canarios, entre los que se encuentra el árbol vivo más antiguo de la Unión Europea, con una edad de 1.544 años, superando al hasta ahora conocido “Bárbol”, de 1.481 años.

El descubrimiento, fruto de un trabajo de prospección y datación por carbono 14 iniciado en 2019 y ampliado en 2025, ha permitido datar 25 ejemplares, de los cuales ocho superan el milenio de vida, y tres sobrepasan los 1.500 años. Este hallazgo ofrece una valiosa ventana al pasado ecológico del Teide y refuerza la importancia del cedro canario como símbolo de resistencia y biodiversidad.

“La restauración de los cedrales del Teide no solo es una acción de conservación, sino un acto de reconciliación ecológica con la historia natural de Tenerife”, destaca Juan Ignacio Ferrer, responsable de Biodiversidad de Fundación Endesa. “Gracias a la ciencia, la colaboración institucional y el compromiso ambiental, estamos recuperando un paisaje que parecía perdido”.

Por su parte, José Miguel Olano, profesor de la Universidad de Valladolid, señala que “este proyecto pone en valor cómo la ciencia y la colaboración público-privada pueden ofrecer resultados tangibles en la protección de nuestro patrimonio natural. La biodiversidad de Canarias es un tesoro que debemos preservar con rigor, conocimiento y compromiso”.

Por otra parte, Blanca Pérez, Consejera Insular de Medio Natural, Sostenibilidad, Seguridad y Emergencias, remarca que “Este proyecto tiene un valor especial porque nos ha permitido acceder a lugares únicos para estudiar cedros que han sobrevivido durante siglos. Son auténticos monumentos naturales y su conservación es clave para mantener la identidad ecológica del Teide”.

Repoblación de especies amenazadas: la violeta del Teide y el cardo de plata

En paralelo al trabajo con los cedros milenarios, el segundo convenio suscrito entre Fundación Endesa, el Cabildo de Tenerife y la empresa Agrofosteral, ha permitido finalizar la replantación de 65 violetas de Guajara y 50 cardos de plata en dos nuevas localizaciones dentro del Parque Nacional.

Ambas especies, exclusivas del Teide y entre las más amenazadas del mundo hace apenas unas décadas, crecen en muy pocos lugares identificados: un único espacio en el caso de la violeta y menos de diez en el del cardo de plata.

Gracias a este proyecto, se han creado dos nuevas zonas de reintroducción, protegidas mediante cercamientos específicos, donde se han llevado a cabo las plantaciones con el objetivo de garantizar su supervivencia a largo plazo en su hábitat natural. Esta acción contribuye directamente a la restauración del ecosistema del Parque y a reforzar el equilibrio ecológico del entorno de alta montaña.