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La economía crece un 3,1%, pero aumentan los precios, la pobreza y se reduce el peso de la clase media en España

España registró un crecimiento del PIB del 3,1%, uno de los ritmos más altos de la UE. Pese a ello, los principales indicadores sociales muestran un deterioro paralelo: la inflación acumulada sigue elevando el coste de vida, especialmente en alimentación y vivienda, y los organismos oficiales advierten de un aumento de los niveles de pobreza y vulnerabilidad.

Los estudios más recientes apuntan a que la clase media ha perdido peso en el país en los últimos años, con un descenso del poder adquisitivo y un mayor porcentaje de hogares que pasan a tramos de renta inferiores.

Mientras tanto, la deuda pública supera ya el medio billón de euros, lo que limita el margen de actuación futura. El contraste entre el crecimiento económico y el empeoramiento de las condiciones de vida se ha convertido en uno de los principales debates nacionales.

En este contexto, España combina una expansión macroeconómica con un deterioro social sostenido, marcado por precios elevados, renta disponible a la baja y un aumento de los hogares que no llegan a fin de mes.