Sanidad bajo presión: los médicos denuncian reformas “de cartón” y señalan el silencio de la ministra
Miles de médicos de atención primaria, urgencias y especialidades hospitalarias han secundado este miércoles la convocatoria de huelga en señal de protesta por lo que consideran “una reforma sanitaria insuficiente, incompleta y desconectada de la realidad asistencial”. Las movilizaciones, que se repiten en varias comunidades autónomas, señalan directamente al Ministerio por no abordar los problemas estructurales del sistema.
Los huelguistas aseguran que las medidas anunciadas por el Gobierno —incremento limitado de plantillas, ajustes en las guardias y compromisos salariales sin fechas claras— no responden a la magnitud de la crisis.
“Esto no es un plan, es un parche. Llevamos una década advirtiendo del colapso”, afirma un portavoz de los médicos concentrados frente a un hospital de Madrid.
La figura de la ministra de Sanidad, médica de profesión, ha sido uno de los blancos principales de las críticas. “Ella estuvo en nuestras asambleas, conocía nuestras guardias de 24 horas, nuestros pasillos saturados… y ahora calla. Nos duele más su silencio que la falta de recursos”, lamenta una representante del comité de huelga.
Otro médico añade: “Antes defendía a los sanitarios, ahora defiende al Ministerio. Y eso nos ha dejado solos”.
La huelga se produce en un contexto de aumento de listas de espera, déficit de especialistas y renuncias masivas a plazas de atención primaria. Las asociaciones profesionales alertan de que el sistema “no aguanta un invierno más en estas condiciones” y que la carga asistencial está llevando a un agotamiento generalizado de la plantilla.
Los sindicatos exigen un calendario real de inversiones, reducción efectiva de la burocracia clínica, ratios seguras de pacientes por médico y la eliminación de guardias eternas que no se compensan ni en descanso ni en salario. “Queremos hacer medicina, no supervivencia. Y si la ministra olvidó lo que es ejercer, nosotros no”, concluyen.
Mientras tanto, Sanidad mantiene abiertas las negociaciones, pero la sensación entre los médicos es clara: “Sin cambios de verdad, habrá más huelga.”
