“El futuro industrial de Canarias no se importa: se fabrica aquí, con nuestra gente, nuestras empresas y nuestra conciencia como consumidores.”
Durante décadas el modelo económico de las islas ha estado marcado por la dependencia del turismo y los servicios. Un modelo que, si bien nos ha dado prosperidad, también nos ha mostrado su fragilidad ante cada crisis global, cada corte logístico, cada encarecimiento energético.
Hoy, más que nunca, Canarias necesita recuperar su capacidad para producir, transformar y generar valor desde su territorio. Y eso pasa repensar el sector industrial desde Canarias.
1. Repensar la industria en Canarias: una decisión estratégica
Repensar no significa llenar las islas de nuevas industrias y ocupación de territorio. Significa dotarlas de una base productiva moderna, sostenible y conectada con el territorio, capaz de generar empleo estable y arraigo económico, en definitiva, repensar que sector industrial necesita y se puede desarrollar en Canarias.
Según la Estrategia de Desarrollo Industrial de Canarias (EDIC 2022-2027), el archipiélago tiene potencial real para hacerlo: innovación, sostenibilidad, digitalización y formación son los pilares sobre los que ya se está construyendo un nuevo modelo.
Canarias tiene talento, tiene empresas que apuestan por quedarse y producir aquí, y cuenta con instrumentos fiscales y de apoyo únicos en Europa. Pero la reindustrialización no será completa si no parte de algo esencial: la implicación de la sociedad canaria.
2. Potenciar las industrias que ya tenemos
Repensar desde Canarias no es empezar de cero, sino reforzar el tejido que ya existe:
El reto está en ayudarlas a crecer, innovar y modernizarse. En dotarlas de suelo industrial, financiación y estabilidad regulatoria.
En fomentar clusters que agrupen empresas, compartan recursos y multipliquen competitividad.
Y sobre todo, en hacer que la compra y la licitación pública y privada valore el producto industrial Elaborado en Canarias. Cada contrato público, cada licitación, cada supermercado, cada punto de venta, puede y debe, ser un aliado de la industria local si se aplica con inteligencia el principio de preferencia por lo fabricado en el archipiélago.
3. Comprar Elaborado en Canarias: un acto económico y social
El cambio industrial empieza también por algo tan cotidiano como el acto de comprar.
Cuando un canario elige un producto “Elaborado en Canarias”, está haciendo algo más que apoyar una marca local:
Ese gesto, aparentemente pequeño, tiene un enorme impacto colectivo.
Por eso es vital que los consumidores canarios sean conscientes del valor añadido que hay detrás de cada envase con etiqueta local.
Comprar producto canario no es un acto sentimental, es una decisión de desarrollo.
4. Un desafío compartido
Claro que hay obstáculos: costes logísticos, dependencia energética, limitaciones de escala.
Pero Canarias también dispone de ventajas competitivas: incentivos fiscales del REF, acceso preferente a fondos europeos, talento formado y una posición estratégica en el Atlántico.
Si combinamos eso con conciencia social y políticas industriales coherentes, repensar el futuro del sector industrial canario, no solo es posible y rentable, sino necesario para la sociedad y la economía de Canarias.
El futuro no vendrá de fuera. Vendrá de lo que seamos capaces de construir desde Canarias, con empresas comprometidas, administraciones valientes y consumidores conscientes.
5. Un llamamiento al orgullo productivo
Desarrollar la industria desde Canarias es también una cuestión de identidad.
De sentir orgullo por lo que se hace aquí, por las fábricas que generan empleo, por los talleres, por los trabajadores de las industrias canarias, por los productos que salen de nuestras islas con el sello “Elaborado en Canarias”.
Es un llamado a las instituciones para que impulsen la industria;
a las empresas para que sigan innovando y apostando por el territorio;
y a cada ciudadano para que vea en cada compra un voto de confianza hacia su tierra.
Porque cuando elegimos lo Elaborado en Canarias, no solo compramos un producto: Estamos construyendo el futuro industrial y por lo tanto, el futuro social y económico de nuestras islas.