La Ciudad de las Artes y las Ciencias se convirtió este miércoles en el epicentro del recuerdo y la emoción durante el funeral de Estado celebrado en memoria de las 237 víctimas de la DANA que devastó el sureste de España hace exactamente un año. El acto, de carácter laico, reunió a familiares, autoridades y representantes institucionales en un ambiente marcado por la solemnidad y el dolor.
El homenaje tuvo lugar en el Museo Príncipe Felipe a las seis de la tarde. Durante la ceremonia se guardó un minuto de silencio y se leyeron los nombres de todas las personas fallecidas. En primera fila estuvieron los Reyes de España y el presidente del Gobierno, junto a las familias afectadas, que fueron las verdaderas protagonistas del acto. Algunos de sus representantes pronunciaron discursos en los que reclamaron más apoyo y medidas para evitar que una tragedia así vuelva a repetirse.
El evento, sin embargo, no estuvo exento de tensiones. La presencia del presidente de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, fue recibida con abucheos por parte de algunos asistentes, que le reprocharon la gestión posterior a la catástrofe. Además, Vox decidió no acudir al acto en protesta por sus diferencias con el Gobierno central, lo que añadió un matiz político a una jornada pensada para la unidad.
La elección de Valencia como sede del funeral fue una petición expresa de las asociaciones de víctimas, que consideraban importante celebrar el primer aniversario en el lugar donde la DANA causó mayor destrucción. El Ejecutivo aceptó la propuesta para reconocer el sufrimiento vivido por miles de familias y rendir homenaje a la resiliencia de la región.
