El nuevo alcalde gana prometiendo regalarlo todo
Nueva York, la ciudad que nunca duerme, ha despertado con un nuevo alcalde y una vieja idea: que todo puede ser gratis. Zohran Mamdani, un político que se define abiertamente como socialista democrático, ha ganado las elecciones a la alcaldía de Nueva York con un mensaje directo y emocional: transporte público sin coste, alquileres regulados, aumento del salario mínimo, comida subvencionada y servicios básicos gratuitos para todos.
Su victoria, celebrada por la izquierda demócrata como un triunfo histórico, marca un giro radical en la política de la mayor ciudad de Estados Unidos. Mamdani, hijo de inmigrantes y hasta ahora diputado estatal por Queens, logró conectar con un electorado cansado del alto costo de vida y de la desigualdad urbana.
Sin embargo, detrás del entusiasmo se esconden dudas profundas. Economistas y analistas advierten que su programa “todo gratis” supondrá un golpe para las finanzas municipales y que Nueva York podría enfrentar un déficit sin precedentes si se aplican todas las medidas prometidas. Los críticos ya lo llaman “el alcalde del gasto” y alertan de que su modelo podría ahuyentar la inversión privada y elevar los impuestos hasta niveles insostenibles.
Mamdani insiste en que “los ricos deben pagar más” y que su mandato será “para el trabajador, no para Wall Street”. Pero incluso entre sus votantes hay quienes se preguntan cuánto tiempo podrá sostener esa promesa sin fracturar el equilibrio económico de la ciudad.
Su llegada al poder simboliza una Nueva York dividida entre la esperanza de justicia social y el temor a una utopía impagable. El nuevo alcalde promete cambiarlo todo… pero, como recuerdan sus críticos, nada es gratis, ni siquiera lo que se promete serlo.